Ser papá es más que una identidad, un sentimiento o un vínculo; es una experiencia terrenal y espiritual que transforma y te invita a conectar con el amor más puro e incondicional hacia otra/o ser humano, desde su gestación y probablemente hasta el infinito. Existen padres biológicos, adoptivos y putativos, pero independientemente de cómo se llega a ser papá, si eres consciente y te involucras desde el inicio, tu cerebro se modificará, activando áreas específicas que te permitirán ser más empático, cercano y disponible para el cuidado. También se han estudiado las variaciones hormonales que ocurren y que están orientadas en una misma dirección: acercar al papá a sus hijos e hijas.
La paternidad abarca aspectos biológicos, psicológicos y culturales, y está descrita como una de las experiencias más transformadoras en la vida de una persona. Cuando eres papá, ya no hay vuelta atrás; la vida cambia y, con ella, tus prioridades, incluyendo tu vida social y las personas con las que te rodeas, buscando espacios donde tu hijo o hija sea bienvenido en sus diferentes etapas de crecimiento. Hoy en día, sabemos que el comportamiento paternal sensible, amoroso y responsable impacta positivamente en la vida de un hijo o hija, además de fortalecer la relación con la mamá.
Por ello, es fundamental visibilizar y despojarse de mandatos sociales y culturales que solo ven la figura paterna como un sostén económico, limitando y recargando el cuidado únicamente a la mujer. Estos mandatos dañan profundamente la experiencia paternal, separándote y desvinculándote de las emociones que rodean esta vivencia. Un papá consciente tiene la oportunidad de entregar amor y cuidados que nutrirán por siempre la vida de su hijo o hija. Es válido transitar por miedos, dudas, ansiedad e incertidumbre en varios aspectos, generalmente asociados al cuestionamiento de cómo estás ejerciendo o cómo ejercerás la paternidad, desde un punto de vista personal y social.
Toda esta experiencia estará acompañada por tu propia historia, ya sea con una figura paterna presente o con una figura paterna ausente. La historia de tu figura paterna influye directamente en cómo eres o serás papá. Es importante revisarla, conocer sus fortalezas y debilidades, y pedir ayuda para trabajar algunos aspectos de esta historia cuando sea necesario, ya que sin duda se verá reflejada en tu propia paternidad.
¿Cuándo fue la última vez que abrazaste a tu papá y le dijiste que lo amabas? Les enviamos un cálido saludo a todos los papás que están trabajando por una paternidad consciente.
¡Feliz día, pa!
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