Datos que debes saber sobre la famosa "Hormona del Amor"
La oxitocina fue la primera hormona humana en describirse a principios del siglo XX y se conoce a nivel mundial como hormona del amor, hormona de las relaciones humanas, hormona de la calma, hormona de la sanación y otros apodos que la relacionan con estados de placer y afecto.
Actualmente se puede afirmar que la oxitocina es mucho más que una hormona, ya que es un sistema de control básico que actúa contra el estrés promoviendo el amor, el placer y la vida humana.
Para activar el sistema oxitocinérgico es necesario la activación del sistema nervioso parasimpático, el cual nos conecta con estados de calma y contacto, donde la calidez, seguridad, felicidad, relajación, emociones positivas y otros estados relacionados al placer se hacen presentes cuando hay oxitocina circulando. Por otro lado, su inhibición se ve afectada por situaciones de estrés y peligro, espacios poco seguros o poco amorosos que hacen que se active la liberación de cortisol. Esta información es clave para acompañar a la mujer y su bebé durante su gestación, parto, puerperio y lactancia, ya que se puede promover la liberación de oxitocina endógena con equipos de salud y espacios de atención clínica amorosos, seguros y cálidos.
En la gestación la oxitocina también está presente y es la encargada que la mujer disfrute este periodo y se conecte con su hijo/a; previo al inicio del trabajo de parto el número de receptores de oxitocina aumentan considerablemente, duplicándose su liberación durante la fase latente de dilatación, la cual se ve aumentada durante el periodo de expulsivo, para llegar al máximo peak de liberación en el postparto, cuando la madre y su bebé toman contacto piel con piel y cruzan sus miradas por primera vez, se enamoran! Este fenómeno se asocia con la presencia de un periodo sensitivo temprano, donde se puede asegurar que prácticamente hay oxitocina en ambos cuerpos circulando por todos lados, ocurre un escenario neurohormonal específico e irrepetible destinado a facilitar el vínculo madre-bebé que perdurará toda la vida, por lo cual interrumpir este encuentro sin causa clínica que lo justifique, es realmente atentar contra el amor y la sobrevivencia humana.
Las investigaciones señalan que la hormona oxitocina tiene múltiples efectos aparte de producir contracciones uterinas durante el trabajo de parto y favorecer la eyección de la leche durante la lactancia, además promueve las interacciones sociales, reduce el impulso de agresión, aumenta el umbral del dolor, reduce el miedo, promueve la calma, baja la presión arterial, promueve el cuidado y apego con los seres queridos, entre otras funciones. La evidencia a señalado que existen receptores de oxitocina en diferentes partes del cuerpo, sin duda, muchos de ellos aún por descubrir.
Algunos datos importantes de la hormona oxitocina:
La liberación de oxitocina está determinada por los nervios, que llevan información al cuerpo del mundo exterior, por lo cual un rico aroma, un lindo espacio, un tacto amoroso, una rica comida, un entorno seguro, favorecen su liberación.
Durante la lactancia controla la salida de la leche, redistribuye el calor en el cuerpo de la madre para proporcionar calor a su bebé, ayuda al cuerpo a disponer de los nutrientes almacenados, induce serenidad al momento de amamantar, potencia la memoria social y tranquilidad del bebé, entre otras funciones.
Una función principal de la hormona oxitocina se relaciona con la conducta materna, la cual se potencia a través del vínculo, el calor, el tacto, el cuidado, la lactancia, la protección.
En el padre y/o figura paterna, también existe aumento de esta hormona en su cuerpo, siempre y cuando exista compromiso y vínculo. La producción y liberación de oxitocina lo prepara y lo hace más empático y cálido para entregar amor y cuidados.
Si eres personal de salud y acompañas a las mujeres durante su parto es
importante que consideres estos datos de la hormona oxitocina:
Es conocida como una hormona tímida y su patrón de respuesta depende del ambiente, por lo cual fácilmente deja de liberarse en espacios poco amorosos o no seguros. Esto significa que la mayoría de las mujeres que ingresan a un centro de salud en trabajo de parto, lo más probable es que su sistema oxitocinérgico se inhiba por un momento, considerando el estrés que conlleva el traslado de su casa al hospital o clínica.
Si el sistema oxitocinérgico de la gestante se inhibió, hay que tener muy claro que las contracciones uterinas bajan su frecuencia, sin embargo, hay que recordar que si está en trabajo de parto, no fue por magia, fue su propia oxitocina que la llevó a esa fase, por lo tanto, nuestra gran labor clínica es generar un espacio seguro y amoroso, atender sus necesidades básicas y esperar a que su sistema oxitocinérgico vuelva a activarse, el cual tomará su tiempo dependiendo de cada mujer y del ambiente clínico que la reciba, siempre considerando que el número de contracciones que genera cada mujer, son las tolerables para ella y su bebé para transitar el trabajo de parto, esta coordinación ocurre a través de un diálogo interno madre-bebé.
En los años 60 comenzó el uso de oxitocina sintética en el trabajo de parto en hospitales y clínicas, lo cual generó una sobremedicalización del proceso que perdura en la actualidad; parte de esta sobremedicalización es por desconocimiento del sistema oxitocinérgico que se despliega en el parto, impactando negativamente a corto, mediano y largo plazo en la vida de la mujer y su familia.
El personal de salud que acompaña a las gestantes, debe conocer muy bien la neurofisiología del parto y nacimiento para evitar intervenir con prácticas rutinarias y medicalización innecesaria.
El personal de salud que trabaja en espacio clínicos amables, respetuosos y cálidos, también tienen altos niveles de oxitocina endógena circulando, impactando positivamente en su vida personal, laboral y en la vida de las mujeres y familias que acompañan.
Si eres mujer gestante y/o acompañante significativo es importante que consideres estos datos de la hormona oxitocina:
La oxitocina endógena tiene un perfil de liberación pulsátil, lo que permite espacios de pausa y recuperación entre una contracción y otra, versus la administración de oxitocina sintética, la cual se administra de manera continua, impidiendo espacios de pausa, generando mayor dolor y cansancio en la madre y su hija/o. El uso de oxitocina sintética aumenta considerablemente la solicitud de analgesia epidural.
Es importante tener claro los efectos adversos asociados al uso de oxitocina sintética durante el trabajo de parto, ya que su administración se relaciona con contracciones uterinas más dolorosas, menor posibilidad de movilización de la madre durante el trabajo de parto y parto, por ende genera mayor incomodidad durante el proceso; requiere mayor monitorización fetal intraparto, es probable que genere número de contracciones uterinas fuera de rangos fisiológicos, hay mayor riesgo de rotura uterina, mayor riesgo de parto instrumental o cesárea, mayor riesgo de asfixia perinatal, mayor dificultad para iniciar la lactancia materna, entre otros efectos adversos.
Tienes el derecho a rechazar la administración de oxitocina sintética si no la deseas, en Chile a través de la Ley de Derechos y Deberes del paciente N°20.584 y a nivel global haciendo referencia a los Derechos del Nacimiento, los cuales en su artículo II mencionan que “Toda mujer tiene derecho a obtener información, al consentimiento o rechazo informado, y al respeto a sus decisiones y preferencias, incluida su decisión de acompañamiento durante el período de cuidado materno”.
Si en el hospital o clínica te ofrecen “un suerito que te va ayudar para tu trabajo de parto” siempre pregunta que medicamento contiene, para que puedas decidir informadamente y libre de toda coacción, si deseas o no el uso de oxitocina sintética en tu parto.